martes, 26 de enero de 2010

NO SOY ABONERO.

Antes de que comience a detallar este punto, si no sabes qué es un abonero, puedes teclearlo en el google y ver la definición. Una vez que lo hayas hecho, tengo que comunicarte algo. No soy abonero.

Una de las implicaciones que tiene el respeto por el trabajo de los demás, es pagar a tiempo y a conveniencia de las partes el trabajo que tú mismo me has solicitado. Yo no puedo decirle a Telmex que me espere un mes más porque mis clientes no quieren pagarme o porque su egoísmo les impide ver que yo al igual que ellos tengo que pagar lo que como ser humano, inevitablemente consumo. Tampoco puedo decirle al del gas que que llene el tanque y que le pagaré en cuanto tenga, o a la CFE, al de la tienda, o decirle a los profes que imparten los laboratorios de las asignaturas que no he traído el material porque a mis clientes les vale madres mi trabajo y no me han liquidado lo que me deben desde hace semanas.

Si no puedes hacer esto ni siquiera porque te lo he ilustrado con ejemplos, entonces tendremos que hacer contrato (porque si no lo sabes, yo puedo facturar y por tanto hacer contratos de servicio), y de esa forma exigir mis honorarios por otras vías.

Mejor sé comprensivo y no me hagas sentirme limosnero buscándote como imbécil por todo tu lugar de trabajo, ir a tu casa, o llamarte como desquiciado pidiéndote algo que es tu obligación pagar.

Si no respetas el trabajo de los demás o no tienes para pagar, te sugiero que te abstengas de contratarme o que lleguemos a un acuerdo que de verdad si puedas cumplir. Porque a diferencia de la tolerancia que tengo cuando quebrantan los otros puntos, esta de verdad que despierta mis instintos asesinos.

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