Si por ejemplo, tu fueras taquero, y tu y yo somos buenos amigos, no te agradaría que cada sábado llevara a toda mi familia a comer, y que al final no te pagara, o te pagara lo que yo quisiera. Todo esto tiene que ver con la educación que te hayan dado tus padres, con tu formación como individuo y sobre todo con la conciencia que tengas de tu entorno.
A menudo podemos ver que uno de los grandes problemas que existen en las relaciones laborales y que son más cotidianas de lo que parecen, la gente suele ser incapaz de respetar el trabajo de los otros. Por ejemplo, cuando entro a la facultad, el sujeto de la entrada que me exige que muestre mi credencial que me acredita como estudiante de la universidad, no está haciendo otra cosa mas que su trabajo, y al mismo tiempo siguiendo órdenes de sus superiores en base a reglas de seguridad y convivencia.
Sin embargo se puede ver a menudo que algunos sacan su credencial cada que se les antoja, o en su defecto discuten como plañideras cuando se les hace la observación de que es preciso hacerlo cada que ingresen.
O por ejemplo cuando tiramos basura valiéndonos un comino el esfuerzo del personal de limpia de las instalaciones donde nos encontremos.
Puedo ponerles muchos ejemplos, pero basta con que sean más observadores y se den cuenta de que este tipo de conductas ocurren todo el tiempo, y a veces somos nosotros quienes las protagonizamos.
Yo puedo apreciarte mucho y tú a mí, y te lo agradezco. Pero como ya te expliqué anteriormente, mi trabajo exige disciplina, responsabilidad, esfuerzo y tiempo. No puedo regalártelo, como a ti tampoco te gustaría regalárselo a otro para evitarse remunerártelo.
En cambio puedo hacerte un buen descuento si se trata de que eres un buen amigo, pero jamás hacerlo a cambio de nada. Y estoy convencido de que si en realidad me aprecias, sabrás por ende también apreciar mi trabajo.
He tenido oportunidad de tratar con muchas personas de distintas personalidades y criterios. Muchos de ellos confunden la bondad con la estupidez. Y así como comencé con el ejemplo del supuesto de que fueras taquero, y que con mucho esfuerzo pones tu puesto, te levantas temprano, y haces todo para poder subsistir en un país que políticamente está hecho una reverenda mierda tal y como es México, te pido que no olvides que todos tratamos de salir adelante y que tu trabajo es tan valioso como el mío. Por ningún motivo aceptaré de algún cliente intercambio de favores o de trabajo. Podemos hacernos quizás un descuento, o tener algún trato preferencial, pero siempre al tenor del respeto. Yo estaré gustoso de pagar tu trabajo, y de igual forma espero tener el mismo trato.
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